El proceso logístico en Correos comprende el conjunto de tareas que se llevan a cabo desde que finaliza la admisión de los envíos hasta que estos envíos son recepcionados por la Unidad de Entrega. En el Reglamento de Prestación de los Servicios Postales (Real Decreto 1829/1999 de 3 de diciembre) este proceso viene dividido en Clasificación, Tratamiento, Curso y Transporte.
El Plan Estratégico de la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos, Sociedad Anónima, del año 2001 incluía el desarrollo de estos procesos con los planes de automatización y contenerización
El Plan de automatización, desarrollado prácticamente al 100%, ha conseguido que más del 85% de los envíos sean tratados de forma automatizada. Esto da una mayor estabilidad en el proceso logístico y de distribución, mejora los niveles de calidad, facilita un mayor control y seguimiento de la producción, reduce el número de correspondencia mal encaminada, la correspondencia llega a los centros de reparto en menos tiempo y con un nivel de clasificación más amplio. Esto es posible por la construcción y puesta en marcha de los 18 centros de tratamiento automatizado (CTA), que constituyen la columna vertebral de Correos en la actualidad.
En enero de 2001 comienza el plan con la adquisición de 42 equipos (21 líneas de clasificación) con tecnología OCR de reconocimiento óptico de caracteres con destino los centros de Oviedo (Llaneras), Madrid, Tenerife y Valencia, Vitoria, Barcelona, Sevilla y Granada. En 2003 se amplía con 24 equipos (12 líneas de clasificación) para los centros de Valladolid, Santiago, Zaragoza, Mallorca, Alicante, Las Palmas, Mérida, Bilbao y Málaga. Estas máquinas eran capaces de clasificar más de 15 millones de cartas al día.
Cada línea de clasificación está compuesta de dos máquinas: IRV y FSM. IRV es la maquina integrada de lectura y videocodificación, donde se introducen por primera vez las cartas que son leídas a un velocidad de 45.000 unidades por hora. Dispone de un sistema OCR de reconocimiento óptico de caracteres que lee el código postl, localidad, calle y número, independientemente de que esté escrito a mano o a máquina.
Dicha información se imprimirá en forma de código de barras en el anverso de la carta. Una vez codificadas pasan a un preclasificador de 48 casilleros iniciales, que actualmente ha pasado a tener 56, en los cuales se almacenan por programas nacional, provincial y local.
Parte de las cartas contenidas en los programas nacional y provincial y todas las de local pasan a la Maquina de Clasificación Final o FSM, que dispone de 400 casilleros distribuidos en cinco niveles y se utiliza para la clasificación de los centros de Correos locales. Dicha maquina trabaja a una velocidad de 40.000 cartas por hora. El reconocimiento medio es del 90 % para la maquina IRV, contando con la videocodificación (On line), y el 99 % para la maquina FSM.
Correos adquirió también a finales de 2001 quince maquinas faciadoras/canceladoras para el pretratamiento automático del correo de buzón en los centros automatizados. En 2004 se incorporan otras cuatro máquinas que se instalaron en los centros de tratamiento automatizado de Madrid y Barcelona. En 2005 se adquieren ocho maquinas segregadoras-faciadoras-canceladoras (CFC) de alto rendimiento para el tratamiento automático de la correspondencia depositada en buzones. Se instalan en los centros de tratamiento automatizado (CTA) de Málaga, Palma de Mallorca, Santiago de Compostela, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza, para sustituir a las entonces faciadoras- canceladoras, y en el de Alicante. Las maquinas CFC, que tienen una capacidad de producción superior a los 32.000 objetos/hora, separan el correo procedente de buzones en tres formatos:
Grueso, flat y normalizado. Este último es, además, vaciado, cancelado y clasificado en apilados. El sistema de faciado se basa en el reconocimiento del signo de franqueo, mediante la captura de imagen a color del envío y su comparación con una base de patrones residentes en el sistema. La máquina reconoce los diferentes tipos de franqueo usados en Correos e incorpora sistemas de seguridad para evitar la entrada en el circuito postal de efectos falsos.
Para el tratamiento y clasificación del correo no normalizado (envíos con formato flat) en abril de 2002 fueron adquiridos 7 equipos para los centros de Madrid, Barcelona, Vitoria, Valencia y Sevilla, y en el cuarto trimestre de 2002 otros 10 equipos destinados a los centros de tratamiento postal de Valladolid, Santiago, Zaragoza, Alicante, Granada, Oviedo, Mérida, Illes Balears, Las Palmas y Tenerife.
Cada uno de estos equipos trata 38.000 envíos efectivos a la hora, con una profundidad de código postal, agrupación de códigos y, en algunos casos, hasta sección de reparto. Este desarrollo del Plan de Automatización ha hecho que crezca el número de carteros que recibe el correo clasificado directamente a su sección de reparto, de manera que la mayor parte de la plantilla total de reparto en las zonas urbanas han visto reducidas sustancialmente la carga en labores internas de clasificación interna de clasificación previa.
El plan, con desarrollo continuado, contempla, también, sistemas de automatización de la clasificación de contenedores (bandejas). Así, las bandejas debidamente etiquetadas por la oficina o unidad de origen que tengan entrada en los CTA se introducen en una cinta transportadora, pasan por un lector de código de barras que lleve aquella etiqueta y serán clasificadas para que se dirijan automáticamente al lugar donde será tratado el correo que contienen.
El Plan de Contenerización supone la utilización de envases, herramientas y demás elementos que faciliten la tarea de clasificación y transporte de los envíos. Este plan implica la eliminación mayoritaria de las sacas y sustitución por bandejas, eliminación de aros metálicos y sustitución por ring de bandejas (conjunto de expositores con sus respectivas bandejas), eliminación de jaulas y sustitución progresiva por carros transportadores, adaptación progresiva de medios de transportes al nuevo sistema, optimizaron de tareas, tiempo y costes; mejora de las condiciones de trabajo, facilitar los trabajos de carga y descarga y, finalmente, cambiar la imagen de Correos.
La clasificación y tratamiento comienza ya en las Unidades de Admisión, que preparan los envíos en función de que su clasificación posterior se lleve a cabo de forma manual o mecánica en función del formato de los envíos (normalizado, flat, grueso) y en función del tipo de envíos. Las oficinas que dispongan de impresora de etiquetas obtendrán la etiqueta adhesiva de rotulación a través del sistema. Esta se pegará a su vez sobre la etiqueta de color que corresponda, según el tipo de clasificación que se esté realizando. Las oficinas que no dispongan de impresora de etiquetas rotularan el contenedor En la etiqueta de color que corresponda.
Por tanto, seguiremos un orden lógico y analizaremos en primer lugar las tareas de preclasificación que se llevan a cabo en las Unidades de Admisión, las tareas de preclasificación que se llevan a cabo en las Unidades de Reparto con la correspondencia devuelta y finalmente veremos las tareas de clasificación que se realizan en los CTA:...